Más que enseñar a las personas como cuidar su salud, construir una casa o tejer una camisa, sería bueno enseñar a aprender, saber y conocer, sobre todo, acerca de uno mismo.
Enseñar y compartir lo gratificante y lo diferente que puede ser una vida regida por la curiosidad, la investigación, la indagación, la reflexión, la lectura, la contemplación, el estudio y el conocimiento en general y el amor hacia ello.
Demostrar la libertad y la autonomía que cada ser humano tiene para poder adentrarse en todo ello si este lo desea. Generar seres humanos independientes y no dependientes.
George Gurdjieff dijo: “La primera razón de la esclavitud del hombre es su ignorancia, y sobre todo, su ignorancia de sí mismo. Sin el conocimiento de sí, sin la comprensión de la marcha y las funciones de su máquina, el hombre no puede ser libre, no puede gobernarse, y seguirá siendo siempre esclavo y juguete de las fuerzas que actúan sobre él”.
Más que dejar en manos de solo unos miles el poder o la capacidad de saber cosas, me gustaría pensar y saber que cada vez somos más y más las personas que, casi por necesidad, por encanto, decidimos habitar así nuestro tiempo.
No hablo de profesiones, que todo lo limitan, sino de interés profundo sobre quienes somos, tú y yo y qué y como es lo que nos rodea, que no es poco, de hecho lo es todo.
Herman Hesse dijo: ‘’Una profesión es siempre una desgracia, una limitación y una resignación’’.
Más allá de las profesiones, las cuales encarcelan a una gran multitud humana, ya sea por tiempo o interés, impidiendo muchas veces poder ver más allá y limitando su conocimiento a poco más que lo que tenga que ver con ellas. Su propia concepción no es otra que la de su profesión. O no pueden Su mirada hacia el mundo no es otra que desde la de su profesión.
Me gustaría poder llegar algún día a ser sabio, más que cualquier otra cosa, más que especialista en cualquier rama. Y ello no es contrario a la formación profunda y constante sobre algo en concreto, como por ejemplo la fisiología y el pensamiento humano.
Pero ser especialista en algo concreto, por ejemplo, en riñones, mármol o lino, puede limitar muchísimo primero nuestra capacidad de llegar y ayudar a muchas personas y segundo, a conocer sobre muchas otras cosas.
Más que “llenar” de información a las personas, me gustaría llenarlas de ganas sobre lo mencionado. Por cierto, lo mencionado, se puede hacer dentro y fuera de libros y ordenadores.
Es la capacidad de percibir las distintas cosas que conforman este mundo, lo que hace que nuestra vida pueda ser realmente apasionante, ilusoria y magnífica. De nadie más depende que de uno mismo, por poco o mucho sufrimiento que a uno le toque vivir, tarde o temprano.